Se ha demostrado a través los años que podemos tener mejores resultados en nuestra vida si empezamos a reprogramar nuestros esquemas mentales, tomando en cuenta que cada pensamiento genera una emoción, esta a su vez genera una conducta y esta termina arrojando un resultado, es como la muy usada técnica de pensar que estamos comiendo limón agrio y automáticamente nuestra boca va a empezar a salivar por ese pensamiento.
Existe una disciplina con orígenes en los años 70 llamada programación neurolingüística o PNL que plantea que para que el cambio sea perdurable debemos desaprender los patrones negativos, esos que nos enseñaron nuestros padres o que erróneamente aprendimos del ambiente donde nos desarrollamos y reaprender patrones positivos en base a conocimientos adquiridos y experiencias que nos hayan generado resultados satisfactorios, vigilando constantemente tanto nuestras imágenes mentales como lo que hablamos o exteriorizamos a través de nuestro comportamiento, cambiando así una mentalidad táctica (que busca lo fácil e inmediato) por una estratégica (que está consciente de que tiene un destino pero para llegar a el debe agotar un proceso, debe hacer un esfuerzo).
Es un tema muy amplio y apasionante para mí, no es tan fácil desaprender un patrón que hemos usado por años, pero empecemos a ver si lo que queremos para mañana lo lograremos con la conducta que hemos tenido hasta hoy o si necesitamos un cambio permanente que nos ayude a llegar a ese destino, embárquese en un proceso de crecimiento, mantenga su sierra afilada, confié en que puede y se sorprenderá del resultado.
Con amor.
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