
A veces paso muchos días sin escribir, por lo general sucede cuando no tengo nada que compartir, puedo enredarme en la rutina del día a día, en las emociones, en el amor que no veo en los ojos del prójimo o que no siento en mi.
la intención real detrás de lo que escribo es compartir, conectar con alguien más, al fin y al cabo los seres humanos somos las relaciones que cultivamos, somos lo que compartimos, somos lo que damos a los demás y cuando conectas con alguien puedes darte cuenta que las diferencias y las distancias no existen más que en nuestra mente, a veces nos restringimos de hablar o sonreírle a alguien solo porque “no lo conocemos” y es precisamente ahí donde esta nuestra riqueza, en la capacidad de entender que una sonrisa no es solo para nuestro amigo, tiene el mismo efecto en alguien que nunca hemos visto.
También escribo para recordar el valor de las personas, de los amigos, del que vende los plátanos, el que limpia los zapatos, el que paga nuestro salario, el que nos transporta, el que cocina la comida que comemos, el que hace la ropa que usamos, los zapatos que calzamos, de todas y cada una de las cosas y las personas que hacen nuestra vida más fácil.
Fijémonos en cuando nos
ocurre algo en la calle, la gente aunque no te conoce tiene el instinto
natural de ayudarte, en como mejora la calidad de un servicio que necesitas de
alguien cuando eres amable, cortés, considerado, en como empiezas a ganar
amigos incondicionales cuando te vuelves incondicional, en como si siembras
peras, cosechas peras.
Siempre vamos a encontrar
desamor, apatía, abandono, intriga y un millón de cosas negativas que podrán desanimarnos y querer robarnos la fe en el
prójimo, que querrá decirnos no vale la pena, pero también siempre va a existir
el amor para mantenernos sensibles, dispuestos a dejar pasar lo que no nos
aporta felicidad y tranquilidad y nos permitirá apostar a que podemos hacer
mejor al hombre o la mujer que vemos en el espejo, si nos mantenemos
conscientes de que somos lo que compartimos trataremos de dar lo mejor y por lo tanto recibiremos lo mejor.
“Sobre toda cosa guardada guarda
tu corazón; porque de él mana la vida”
Siempre agradecida, Dios es
bueno..
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