
La razón real que provoca esta situación es la falta de conciencia de lo que significa realmente ser padres, entonces llegan las excusas como la falta de recursos, la falta de apoyo, la falta de ayuda y se tira la
toalla bajo el pretexto del “no puedo más”.
Creo que todos, a diario somos aprendiz de padres, nuestros
hijos todos los días nos enfrentan a un reto nuevo y aunque existen muchas recomendaciones
psicológicas y de expertos que pueden ayudar, siempre nuestra propia lucha obtendrá
un resultado distinto, pero algo que si funciona es no rendirnos, probar todos
los métodos y negociaciones posibles hasta que tengamos el resultado deseado,
educarlos en la fe, poner sentimientos de amor en sus corazones, enseñarles
solidaridad, respeto por ellos y por los demás, corregirlos con firmeza a
tiempo, sin dejar pasar pequeños detalles que luego serán grandes problemas, creo
que es difícil (no imposible) que un niño que se sienta amado y protegido pueda
acceder a vicios y comportamientos incorrectos, la mayoría de la gente que cae en estas
situaciones tiene vacíos en sus vidas que en la mayoría de los casos proviene
de sus hogares.
Un hogar puede estar conformado
de distintas formas, en todos los tiempos hay
padres y madres solter@s o viud@s, también hay hogares de dos personas
que viven juntas pero no son parejas y también hay hogares completos llenos de
afecto, pero la persistencia, el amor, el control, son las cosas que al final
definen el resultado.
Un rol importante que no podemos
dejar de jugar en la vida de nuestros hijos es el rol de amigos, y sabernos
poner bien ese traje para generar en ellos la confianza de contarnos y
consultar con nosotros cosas que requieren de información clara para sus vidas,
nuestra sociedad exige información para nuestros hijos oportuna sobre sexualidad,
alcohol, drogas, armas, etc. y nuestro papel de amigos es el ideal para entrar
en esos temas.
Pidamos fuerzas, paciencia y
dirección a Dios para administrar ese tesoro que nos ha dado aquí en la tierra,
pidámosle que no nos permita rendirnos, que nos permita tener hombres y mujeres
de bien, sobre todo no dejemos de orar por ellos, el poder de nuestras
oraciones mantendrá a nuestros hijos bajo la cobertura perfecta de la gracia de
Dios.
Un Dulce abrazo.
Siempre agradecida, Dios ha sido
bueno.
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