Este artículo lo escribí hace dos años, exactamente el 02/07/ 2014, ya lo publiqué en el periódico, en http://www.inspirulina.com/el-amor-2.html, pero hoy quiero hacerlo desde este blog.
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hace dos años de manera
curiosa, sostuve varias conversaciones con distintas personas acerca del amor
romántico y en todos los casos la desesperanza, decepción e incluso negación a
la existencia de un sentimiento tan sublime como este se puso de manifiesto.
Lo común que pude ver en todas
las conversaciones es que tenemos una idea errónea del papel del amor romántico
en nuestras vidas, creemos que debe venir de otra persona y que esa persona
debe salvarnos, proporcionarnos de
alguna manera la alegría, la paz, la esperanza que de por sí no habita en
nuestras vidas y cuando eso no pasa, nuestras expectativas no cumplidas se
convierten en desilusión, entonces
empezamos a ser las víctimas, los no amados, los no deseados, los engañados y
de manera irresponsable culpamos al amor de nuestra frustración.
y cantamos: "El amor es un ingrato, Que te eleva por un rato Y te desploma porque sí. El amor son dos en uno y al final no son ninguno y se acostumbran a mentir. El amor es la belleza, Que se nutre de tristeza y al final siempre se va" Ricardo Arjona.
Peor Aún: "El amor desbarata tus grandes ideas, te destroza, te rompe, te parte, te quiebra y te hace ese que tu no quisieras y te empuja a la nada y te deja hecho----" Yolandita Monge
Aun hoy con una opinión muy personal creo en el amor en todas sus manifestaciones
posibles:
Estamos acostumbrados a ver en la
televisión amores tóxicos y como somos lo que vemos, escuchamos y leemos,
incorporamos a nuestra vida esa idea errónea de amor, la llevamos a nuestras relaciones y
la agravamos con el apego,
entonces empezamos a demandar más de lo
que esa persona puede darnos, a
sacrificar más de lo que podemos sacrificar y entra en juego nuestro ego (el inicio de la muerte de todas
las cosas) y empieza a exigir la perfección imposible, de repente todo lo era bueno se convierte en
malo, restringimos, privamos, acosamos, perturbamos a un ser humano que no nos pertenece, que está
a nuestro lado de manera voluntaria.
Debemos reprogramar nuestro
concepto de amor, empezar a alimentar lo que nos dice el apóstol pablo “en todo
lo bueno, en esto pensad”, ver que existe un amor SANO que es la
energía maravillosa que te mantiene viv@, una fuerza inexplicable que te reta a
ser mejor, te hace más creativo, te sana, te libera, te transforma, reconoce
que la persona amada es tu complemento,
que es un ser humano con una vida propia por lo tanto necesita
desarrollarse en libertad, no exige cambios más bien acepta virtudes y maneja
debilidades, tiene la capacidad de soltar, de permitirle a la persona amada ser
ella misma, sin criticas destructivas ni culpas innecesarias, ayuda a mantener
en ambos la dignidad, identidad, felicidad,
autonomía y conciencia, son fortalezas
que toda persona sana, equilibrada y enamorada debe mantener.
Volvamos a creer, empecemos a ver
los seres maravillosos que somos, creados a imagen y semejanza del creador, que
ese amor está dentro de cada uno de nosotros, que lo merecemos, cambiemos la forma de ver las cosas, dice Wyne
Dyer en su libro El Porder de la Intención: “cuando cambias la forma de ver las
cosas, las cosas que miras cambian”.
Invierte tiempo en las cosas que
son importantes para ti, mientras el
amor llega, de seguro llegará.
La vida es un regalo, una muestra de amor y debes vivirla con
calidad.
La vida es bella y Dios es Bueno.