hace un tiempo pude entender que aunque Dios obra por caminos misteriosos y es quien tiene la dirección de nuestra vida, es también nuestra responsabilidad cuidar nuestro corazón física y emocionalmente, ver lo que contiene, que esta permitiéndose recibir y que está proyectando a los demás y es sencillo cuando somos genuinos con nosotros mismos y podemos vernos al espejo y decirnos las verdades que otros no ven, y nos atrevemos a reconocer si estamos siendo amorosos o no, si nuestras intenciones son buenas o no, si nos estamos dejando dañar o no, cuando eso ocurre podremos tomar medidas para redimir todo lo que no está acorde con la vida.
Siempre habrán situaciones en las que esté a prueba el corazón, vamos a querer perder nuestra esencia, nos vamos a querer defender, vengarnos y si no lo percibimos, si no estamos atentos, en un momento ya no habrá amor, fe o esperanza en nosotros.
Si nos detenemos podremos ver lo conectados que estamos, la vida nos va mostrando los caminos a seguir cuando estamos atentos, con un corazón trabajando para estar sano, para dar lo mejor, para ofrecer lo mejor y para permitirse recibir lo mejor.
Tratemos de dar lo mejor, vigilemos nuestras palabras (de la abundancia del corazón, habla la boca), nuestros sentimientos (sin amor solo somos metal que resuena o címbalo que retiñe), mantengamos la alegría en todo momento (un rostro hermoso,viene de un corazón alegre).
El universo esta lleno de infinitas posibilidades, permitamos que se nos revelen, cuidemos el corazón.
Siembre agradecida, Dios ha sido bueno.
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